El rápido avance de la tecnología, la incorporación de Internet en la vida diaria para búsquedas, almacenamiento en la nube, comercio electrónico, redes sociales, etcétera; han creado un nuevo tipo de consumidor.

Las empresas, conscientes de este cambio, empezaron desde hace algunos años a incorporar estrategias de transformación digital para mantenerse competitivas y estar a la altura de las exigencias de sus clientes.

Sin embargo, la transformación digital no solo consiste en incorporar nuevas tecnologías para agilizar procesos, se trata de un cambio profundo en la cultura organizacional y esa es generalmente la parte más difícil.

Resistencia al cambio dentro de las empresas

Las empresas están conscientes que la transformación digital es un paso necesario. De hecho, 85% de quienes toman las decisiones creen que es crucial incorporar iniciativas digitales en los próximos 2 años para mantener su competitividad.

Para las empresas surgidas en los últimos años, cuyo modelo de negocio se basa en las nuevas tecnologías, cualquier adaptación de herramientas o procesos digitales no implicará mayor problema.

En cambio, en las empresas con muchos años en el mercado, las cuales siempre han trabajado de cierta manera, con procesos tradicionales, es más probable que muchos de sus empleados, e incluso sus directivos, se muestren renuentes a un cambio, ya que esto implicaría aprender huevas habilidades y cambiar hábitos de trabajo.

La transformación digital debe ir de arriba hacia abajo en la organización. Es tarea de los directivos impulsar un cambio de mentalidad y hacer notar los beneficios para la organización y sus colaboradores, en la simplificación de tareas, productividad y valor agregado hacia los clientes.

Transformación digital en marketing y ventas

De las áreas en una empresa en las que la necesidad de una transformación es evidente, además de TI, son marketing y ventas. El consumidor digital es prácticamente inmune al marketing tradicional y ha modificado la manera como se da un proceso de ventas.

Si una empresa desea mantenerse competitiva, requiere evolucionar a la misma velocidad de la tecnología, por lo que las herramientas que elija deben ser escalables para satisfacer un mercado tan cambiante. 

¿Cómo impulsar una transformación digital?

Solo 50% de las empresas que iniciaron con este proceso están convencidas que cuentan con una estrategia clara y coherente. Es necesario un plan bien definido, alineado a la cultura organizacional.

• Enfocarse en propósitos

Más que pensar en implementar una u otra tecnología, se debe identificar primero el propósito que lleva a una empresa a realizar la transformación y, a partir de ahí, elegir entre las herramientas disponibles la que mejor se adapte a sus necesidades. Lo que sirve a uno podría no ser de utilidad para otro.

• Elegir agentes internos y externos para el cambio

Se debe identificar entre los colaboradores a los mejor capacitados y abiertos a la transformación, y empoderarlos para apoyar y motivar al resto de los miembros del equipo.

Los agentes externos son los encargados de instalar y capacitar en las nuevas herramientas; es importante elegir proveedores dispuestos a ser parte del cambio de mentalidad en la empresa. Los directivos también deben tener una actitud positiva ante esta transformación.

• Crear un plan específico

Estableciendo acciones concretas y fechas para llevarlo a cabo. Por ejemplo:

  • ERP, para gestionar y administrar diversos procesos de la empresa.

  • Plataformas CRM, para gestionar la relación con los clientes.

  • Migración a la nube, etc.

En la llamada "era del cliente," en donde la oferta es enorme y la demanda es muy exigente, brindar una buena experiencia es crucial. Las empresas necesitan involucrar y generar un compromiso entre todos sus colaboradores para que participen activamente en la transformación digital.