El comercio y la industria en la era digital deben estar preparados para un nuevo tipo de consumidor, adaptando sus procesos a tecnologías innovadoras que les permita abrirse a otros mercados.

 

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El 55% de las compañías, están conscientes que, en el corto plazo, deberán familiarizarse con términos como Big Data, Internet of Things, Inteligencia Artificial, datos en la nube, y adoptarlos en sus modelos de negocio, con el fin de mantenerse competitivos y no sufrir pérdidas económicas. 

Pero esta transformación no se refiere a la tecnología en sí, sino a un cambio estructural de las empresas y sus modelos de trabajo apoyados en herramientas tecnológicas que favorezcan la innovación.

Por eso, invertir en nuevas tecnologías enfocadas en obtener oportunidades digitales debe ser prioridad dentro de las empresas. Por consiguiente, se recomienda seguir estos 4 pasos para una transformación digital:

1. Establecer los objetivos

Es necesario conocer a los consumidores actuales y los nuevos mercados que se desea abarcar. Quiénes son, qué desean y dónde están. A partir de esta información, crear un modelo de negocio que se adapte a ellos y tenga como punto central la experiencia del usuario.

Cada organización tendrá objetivos diferentes pero, en general, con la adopción de estas nuevas tecnologías, se busca simplificar operaciones y así, mejorar la agilidad del negocio y reducir costos.

2. Crear una estrategia 

Se deben definir los elementos que conformarán la arquitectura de TI con base en los objetivos propuestos y considerando lo siguiente:

  • La estructura de la organización, su modelo de operaciones, productos y servicios.
  • Qué modificaciones se tendrán que realizar y en qué áreas.
  • Qué tecnología con la que se cuenta actualmente puede incorporarse a la nueva arquitectura y así reducir costos.
  • Cómo y en qué plazo se irán integrando las nuevas tecnologías en los procesos de trabajo.

Al definir el ecosistema de plataformas con el que se trabajará, hay que basarse en necesidades específicas y orientadas a resultados, considerando al cliente como pieza central y con la que obtenga mejor experiencia de usuario, integrando redes sociales, aplicaciones móviles, datos en la nube y herramientas de analítica.

3. Pensar siempre a futuro

Es fundamental estar conscientes que esta transformación se dará de manera paulatina, mientras algunos procesos cambian de inmediato, tendrán que coexistir con sistemas tradicionales.

Para esto, es importante dominar el ciclo de vida de los productos digitales, decidir cómo diseñar, desplegar y actualizar las tecnologías para obtener una ventaja sostenible por más tiempo.

4. Capacitar e involucrar a toda la empresa

El mayor obstáculo para la transformación digital es el factor cultural. Empresas de muchos años son quienes se muestran más reacias a un cambio en la forma en que han venido trabajando.

Es necesario todo un replanteamiento de la la cultura organizacional y la forma de hacer negocios. Se debe capacitar a todas las áreas de la empresa en estas TI para favorecer el trabajo colaborativo, empleando procesos más ágiles, automatizando tareas y gestionando información de forma eficiente.

Implementar un cambio de esta magnitud lleva tiempo, y sus beneficios son a mediano y largo plazo, pero es necesario dar el salto hacia las nuevas tecnologías y aprovechar las oportunidades digitales.

Atraer clientes, mejorar su experiencia, reducir gastos operativos, mejorar la productividad y adelantarse a los problemas, son solo algunas de las ventajas de la transformación digital.