Big Data, Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas (IoT) se han convertido en una tendencia actual, pues permiten optimizar todos los procesos de las organizaciones.

 

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De hecho, el reporte "Avances tecnológicos que conforman el Big Data Progress", señala que la convergencia de estas tecnologías facilitará en un futuro inmediato el desarrollo de aplicaciones de próxima generación.

No obstante, por ahora nos centraremos únicamente en las implicaciones del IoT en el marketing digital, ya que tiene un impacto alto en el volumen de datos y es cada vez más popular en los contextos de consumo.
 

¿Qué el IoT o Internet de las Cosas?

Hace referencia a una red gigante de "cosas" u objetos cotidianos (automóviles, drones, libros, vestimenta, etc.) conectadas a la web, que permite recopilar en tiempo real y sin intervención humana datos de cada objeto conectado, para luego compartirlos a través de la nube con el fin de procesarlos y emplearlos para fines específicos.

De acuerdo con las estadísticas, para 2020 habrá cerca de 31 mil millones de dispositivos conectados en todo el mundo. 

¿Cuál es la importancia de IoT en las empresas?

El Internet de las cosas en una importante fuente de valor, útil para aumentar la rentabilidad, productividad y competitividad de las empresas.

Por un lado, la información recopilada a través de los dispositivos y equipos conectados a la web nos permite identificar falencias en los procesos operativos y hacer más eficientes sus resultados.

Por otro lado, dichos datos pueden ser empleados para crear productos y servicios centrados en el cliente, a fin de generar diferenciación y ventajas competitivas. Es aquí donde empieza a jugar un papel importante en el marketing digital. 

Implicaciones del IoT en el marketing digital 

Según una infografía de Marketo, el 51% de los especialistas en marketing esperan que el Internet de las cosas revolucione el panorama de marketing para 2020.

Y es que, gracias a esta tecnología, por primera vez tendremos la posibilidad de obtener, visualizar y analizar en tiempo real información sobre cómo, cuándo, dónde y bajo qué circunstancias los clientes interactúan con los productos y servicios que comercializan. Así podemos, por ejemplo: 

  • Analizar y determinar los hábitos de compra de cada cliente.
  • Identificar las formas en que los clientes interactúan con productos y dispositivos conectados.
  • Delinear mejor el recorrido de compra de un cliente e identificar con precisión la etapa del recorrido en que se encuentra. 
  • Interactuar en tiempo real con el cliente y ofrecerle anuncios contextuales.
  • Visualizar lo que está afectando a la venta: el clima, las opiniones de los clientes, etc, y en función de ello modificar las estrategias de marketing o concebir y ofrecer en tiempo real nuevos servicios digitales.

En cierta forma, cada interacción es una oportunidad para personalizar una experiencia, ofrecer una mejora, identificar un problema, resolverlo y crear relaciones más profundas con los clientes, impulsando la lealtad hacia la marca.

No obstante, su alcance es mucho mayor. El IoT nos permite desbordar un poco los límites del marketing y optimizar todo el recorrido del comprador con experiencias de cliente totalmente satisfactorias de extremo a extremo.

En consecuencia, la misma calidad de la información sobre el comportamiento del cliente llevará al departamento de marketing a trabajar de la mano con el área de operaciones y ventas en la creación de aplicaciones que hagan la vida más fácil al consumidor.

Los mensajes de contexto siguen siendo un recurso de extremo valor y el Internet de las Cosas potencia su eficacia. Pero estamos hablando de una tecnología capaz de aumentar el alcance del departamento, y de hacerlo protagonista en la creación de experiencias innovadoras que aporten valor.