El sitio web corporativo es el rostro de la empresa en la red: prácticamente todos los consumidores navegan por Internet, además de abrir nuevas oportunidades de venta a las marcas e incrementar el valor de mercado y la productividad del negocio.

 

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Actualmente, el sitio web de las empresas es parte esencial de la estrategia digital, y por ello es fundamental realizar un monitoreo de indicadores digitales, conocidos como KPIs, para conocer cómo evoluciona el desempeño del sitio en el tiempo.

¿Qué son los KPIs?

Los KPIs (Key Performance Indicators) son indicadores digitales que miden en forma numérica cómo se comporta tu sitio durante un periodo de tiempo: cuánta gente lo ha visitado, a qué ritmo se ha vendido, qué tipos de consumidores visitan determinadas páginas del sitio, cuánto tiempo permanecen ahí, entre otros.

4 claves para medir el rendimiento de tu sitio

La importancia de los KPIs reside en que interpretan datos valiosos que se relacionan con la forma en que los consumidores están interactuando con el sitio web, es decir, ofrecen información de cuál es el rendimiento actual, y por lo tanto de qué aspectos debieran potenciarse y cuáles modificar.

1. Tener claro el objetivo principal de la empresa

La primera pregunta que surge es la de qué se debe medir en primer lugar para conocer el desempeño del sitio web. Encontrar una respuesta es imposible si no se conoce el objetivo principal de la empresa. Determinando esto último, la estrategia digital para medir el rendimiento será mucho más fácil de implementar.

2. Medir a la audiencia

En un sitio web, las visitas y la generación de leads lo son todo. Por eso, una de las claves en el monitoreo de indicadores digitales está en la audiencia. Para rastrear el comportamiento de los visitantes, lo recomendable es utilizar una herramienta como Google Analytics. Algunos de los datos que proporciona son los siguientes:

  • Número total de visitas.
  • Rastreo de comportamiento de usuarios únicos.
  • Comparación de nuevos visitantes con los recurrentes durante cada día.

Con una correcta medición de la audiencia, los responsables del sitio web de la empresa podrán responder a inquietudes fundamentales, tales como si el número de visitas ha aumentado, qué tan rápido lo ha hecho y qué ha contribuido a esto, en informes semanales, mensuales e incluso anuales.

3. Estudiar el porcentaje de rebote

Cuando los usuarios abandonan el sitio luego de haber estado en una sola página, sin interactuar, se dice que “rebotó”. En concreto, el porcentaje de rebote resulta de la relación existente entre el número de visitantes que permanecen en una sola página y luego la abandonan, por sobre el total de visitantes.

Si existe un alto porcentaje de rebote, esto significa que nadie se está interesando en interactuar con los enlaces de la página en cuestión, y por lo tanto se debe considerar mejorar los llamados a la acción para generación de leads. En cambio, si la métrica es más bien baja, al menos se puede saber que existe interacción con el sitio y que la estrategia va bien encaminada.

4. Conocer el tiempo medio de sesión

En cuanto a generación de leads dentro de un sitio web, en general se respeta la siguiente regla: a mayor tiempo del visitante en una página, más probabilidades de que realice una conversión. En otras palabras, se debe aspirar a aumentar el tiempo medio de sesión de los usuarios.

Cuando esta métrica es alta, se demuestra que hay interés por el contenido del sitio. Se debe prestar especial atención a estos usuarios, ya que ellos son los más susceptibles a realizar una conversión. ¿Qué buscan? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Qué contenidos del blog visitaron? Los call-to-action para generar leads debieran centrarse en esos comportamientos.

Se debe tener en cuenta que gran parte de las pérdidas monetarias reportadas por los sitios web de empresas se deben a un mal manejo en el monitoreo de los KPIs, por lo que tener dominada esta área de la estrategia digital es de vital importancia. En cualquier negocio, saber qué áreas están funcionando correctamente y cuáles no, hace la diferencia entre el éxito y el fracaso.