Cuando nos referimos a transformación digital, debemos tener en cuenta cuáles son las tecnologías (y sus características) que la componen, ya que todas ellas ayudan a digitalizar procesos, sean estos económicos, de relaciones humanas, o de análisis de información.
Lo que promete a futuro la transformación digital es inmenso y precisamente por eso resulta tan interesante de analizar.
No es de asombrarse que haya una fuerte penetración acelerada por parte de las empresas en el proceso de Transformación Digital.
Sabiendo de la necesidad que tienen las empresas existentes para reinventarse, o en caso de las nuevas, para surgir como “nativas digitales”, es que no se pueden ignorar las siguientes tecnologías como parte fundamental del futuro empresarial:
Información respaldada en internet, de eso se trata la nube. Se puede acceder a ella desde cualquier dispositivo que cuente con conexión a internet.
Entre sus muchas ventajas, permite almacenamiento masivo de información y acceso a ella mediante permisos a terceros usuarios. Al no encontrarse en un disco duro, actúa como una fuente de respaldo permanente.
El valor de la nube no solamente radica en lo anterior, sino que además reduce costos, aumenta la seguridad y fomenta la interacción dentro de los equipos de la empresa.
Este es el caso de las multinacionales, que han comenzado a implementar el uso de la nube como solución a largo plazo para los usuarios: los servicios en línea no solo buscan respaldar datos, software bajo demanda y accesibles con un explorador web son la tendencia en diversas áreas, desde editar una imagen con Picmonkey hasta seguir flujos de información en vivo para tomar decisiones con Tableau.
En 2017, la transnacional HSBC completó una gran migración de su sistema de management, y ahora sus sistemas de planificación, ERP, entre otros, serán accesibles online. El proveedor seleccionado para realizar este cambio fue Oracle, uno de los gigantes tecnológicos que lleva la delantera en estos procesos, realizando durante los últimos años una fuerte inversión en esta clase de tecnologías, la que al ser combinada con la analítica permite conocer comportamientos y tendencias.
Es así como nos encontramos con una amplia oferta de herramientas orientadas a monitorear nuestras estrategias de marketing.
La más famosa es Google Analytics 360, la que permite medir flujos y obtener métricas personalizadas del comportamiento del usuario, todo esto para sacar conclusiones que apuntan a mejorar el SEO y la penetración de su negocio online.
Es decir, saber sus intereses, de dónde nos visita, cuánto lee, cómo llegó a nosotros, por dónde se marcha de nuestra web, cuál es el contenido de su interés y cuál no le llama la atención.
Esta suite busca dinamizar la información y su análisis, permitiendo el trabajo colaborativo dentro de una empresa, la integración con bases de datos y otras herramientas de marketing digital, como AdWords y DoubleClick, o un CRM corporativo.
Para quienes desean llevar un registro pulcro de audiencias y evitar el fraude de avisos online, compañías como comScore son una solución de resguardo de marca y análisis de datos independientes.
Esta empresa es pionera en este ámbito y ya se encuentra trabajando con YouTube para combatir los grandes fraudes en línea que la publicidad sufre día a día, y que le valieron un boicot a Google en el primer trimestre.
Con todo, la mayor importancia de la analítica reside en interpretar datos masivos, los que permiten analizar posibilidades futuras de conducta. A estas bases de datos tremendas se les conoce como big data.
Sobre el big data, más que preguntarse qué es, debe enfocarse en el para qué sirve. Su nombre ya nos dice esencialmente de qué se compone: inmensas cantidades de información.
Lo interesante es que el big data nos brinda propuestas, ideas, soluciones, oportunidades, que probablemente la empresa ni siquiera se había formulado, con la ayuda de la inteligencia de negocios.
En relación a lo anterior, un interesante ejemplo de este tipo de análisis lo encontramos en Data USA, un proyecto diseñado para comprender la realidad del país norteamericano mediante el estudio de verdaderas redes de ciudadanos.
Según el MIT, el siguiente paso del big data es que sea incorporado a sistemas de inteligencia artificial ofreciendo una excelente calidad de análisis a problemas de alta complejidad, reduciendo tiempos y costos al momento de analizar información.
¿Se ha imaginado esto relacionado a la computación cuántica, o a las finanzas digitales? De este último paradigma es que surge otro elemento fundamental en el futuro de la transformación digital: el bitcoin.
A diferencia de las monedas físicas y los tipos de cambios que conocemos, el bitcoin consiste en una divisa electrónica. Está basado en un modelo de código abierto en la que cualquier persona puede adquirir sumas de esta moneda mediante el sitio Coinbase.com.
Se le atribuye ser muy segura, eficaz y de fácil empleo. Además, está relacionada con otra tecnología que revoluciona el uso y distribución de información: el blockchain, las que juntas son un mercado de trillones de dólares según el sitio especializado Fortune. Ambas tecnologías ya están siendo utilizadas tanto en eCommerce como en insurtech.