¿Existe lugar para la ética en la era de las agencias dedicadas al marketing digital? La pregunta es relevante, porque la ética tiene el propósito de guiar el actuar humano, y mientras seamos los humanos los que manejemos las herramientas digitales, existirá un tema de ética que tocar. Debido a la gran cantidad y rangos de calidad de las agencias digitales en México, y derivado del trabajo que realizamos día a día, decidimos escribir algunos puntos que creemos importantes en términos específicamente de honestidad y transparencia.
Una agencia de publicidad digital debe cumplir al menos con las siguientes características de trabajo:
Cada empresa es distinta, por lo que no se debe dar un servicio estandarizado. Lo que puede funcionar muy bien en una, podría ser un fracaso para otra.
Los resultados solo se consiguen con una estrategia efectiva que incluye un análisis previo y una buena planeación, por lo que es indispensable que la agencia entienda no solo tus necesidades, sino tu modelo de negocio, oferta y mercado.
Este conocimiento le permitirá buscar nuevas oportunidades que brinden mayores beneficios a tu empresa. Una agencia que no lo hace, está limitando las posibilidades de mejora y crecimiento de sus clientes.
Una agencia de publicidad digital debe establecer metas claras alineadas a los objetivos de negocio de las empresas. Sin embargo, cuando se trata de vender, es posible que haya la tentación de prometer más de lo que se puede entregar simplemente para ganar la cuenta.
Una agencia que actúa con ética se preocupa por entender tus objetivos de negocio, pero también, estudia y genera metas realistas del proyecto. Cuando una agencia promete más de lo que puede entregar en la venta, no solo termina con una mala reputación, sino que hace ineficiente el mercado.
En marketing digital es imposible garantizar resultados, ya que intervienen muchas variables que pueden cambiar en poco tiempo, por lo que es importante elegir una agencia con un equipo experimentado capaz de determinar lo que funcionará mejor para ti y acercarse lo más posible a las metas establecidas.
Debe ser evidente que tiene la capacidad para brindar el servicio, es decir, que cuenta con los recursos capacitados en el uso de las herramientas digitales, financieras, publicitarias y analíticas. Una agencia que no cuenta con los recursos necesarios puede hacerte pagar por herramientas que no necesitas y/o subutilizarlas.
Debe entregar una planeación detallada de cómo cumplirá los objetivos que entre ambos han definido, cuáles serán sus estrategias, su método de trabajo, y sus tiempos. Mantiene comunicación oportuna de las novedades, aunque esto no significa que tenga que estar en contacto diario, se debe encontrar el equilibrio para ser eficientes.
Una agencia confiable entrega informes detallados y precisos sobre los resultados de sus acciones y los beneficios que estás obteniendo de ello. No se limitará a descargar un diagrama de Google Analytics, ni te brindará resultados engañosos o inflados para que parezca que está haciendo un buen trabajo.
Esto significa que, si la agencia entiende tus objetivos de negocio, te brindará ni mucha, ni poca información, sino la necesaria para la toma de decisiones.
Busca una agencia que avance a la par del desarrollo tecnológico. El marketing digital evoluciona constantemente con nuevas herramientas y formas de hacer las cosas.
La agencia que elijas debe contar con profesionales al tanto de las nuevas tendencias para obtener los mejores resultados y llevar un monitoreo de indicadores digitales preciso. Cuando una agencia se queda obsoleta, es probable que esté quitando a sus clientes la oportunidad de ser más eficientes, crecer o disminuir costos cuando la tecnología madura.
Además de estos consejos con los que puedes formarte una idea clara de cómo se conduce una agencia honesta y transparente, siempre guíate por tu intuición. Debería existir química entre tu empresa y la agencia, su forma de trabajar debe adaptarse a tu estilo. Si no te sientes cómodo y/o hay algo intangible que no te convence, es mejor buscar otra opción.