Los Responsive Display Ads son muy sencillos de crear, sin embargo, hay algunos errores que debemos evitar para no afectar su desempeño.
La publicidad digital tradicional busca maximizar el rendimiento de las campañas bajo un presupuesto programado del cual depende la entrega de los anuncios. Normalmente se impone una restricción de entrega para que el presupuesto se gaste sin problema a lo largo del tiempo y, de esta forma, llegar a una mayor audiencia manteniendo el impacto de manera sostenible.
Dado que muchas impresiones son comercializadas a través de subastas públicas, es un reto controlar y maximizar el rendimiento de las campañas. Por suerte, el desarrollo de la inteligencia artificial se ha convertido en un complemento de la mercadotecnia que ayuda a hacer uso de los datos de manera más eficiente para mejorar la experiencia del cliente, la personalización, la segmentación y mucho más.
Hoy en día, los banners publicitarios de Google aparecen en páginas web, aplicaciones y plataformas como Youtube. Existen muchos tipos diferentes de anuncios, entre ellos los Responsive Display Ads, para los cuales Google utiliza un modelo basado en el aprendizaje automático para determinar la combinación óptima de elementos para cada espacio publicitario. Es decir, a partir del historial de las personas, Google crea predicciones y elige anuncios específicos para determinados usuarios o espacios publicitarios.
Los Responsive Display Ads se componen de varias imágenes, un logo, títulos y descripciones, que después, automáticamente, forman diferentes combinaciones con estos elementos, las cuales son evaluadas por el algoritmo de Google para encontrar aquellas que cumplan mejor con su función.
Estas campañas son muy sencillas de crear y, con el tiempo, no requerirán de mucho mantenimiento, sin embargo hay algunos errores que podemos cometer cuando las manejamos que podrían determinar su éxito.
A continuación te presentamos cómo evitar algunos de los más comunes:
Te recomendamos que si implementarás una estrategia de CPA, este sea, al menos, el 20% de tu máximo presupuesto diario. Toma en cuenta que en este caso solamente pagarías por conversión u otra acción definida, y que los primeros días podrían haber más conversiones de las estimadas al estar generando la campaña más impresiones.
Además, recuerda que, aunque es conveniente en el comienzo mantener la puja alta al principio, poco a poco se puede ir bajando hasta llegar a un costo por conversión idóneo.
Los primeros días de una campaña Smart Display son muy importantes y decisivos para su aprendizaje. Fuera de las restricciones que se indiquen al crear la campaña, los anuncios comienzan generando impresiones en sitios y aplicaciones de manera abundante y, a través del algoritmo, se van colectando datos para analizar los sitios y las combinaciones de mejor desempeño.
Es por ello, que es aconsejable mantener la misma estrategia, presupuesto y componentes por al menos 14 días, así se da tiempo a la plataforma para que se adapte y aprenda correctamente bajo el mismo contexto. De lo contrario, tus impresiones pueden caer drásticamente y enmendar estos errores podría ser muy difícil.
Por último, te sugerimos que las imágenes que elijas para tus anuncios vayan lo más acorde posible a las mejores prácticas de Google, para evitar la restricción de su presencia en algunas páginas o formatos, además de que sean lo suficimientemente atractivas para lograr los objetivos de tu campaña.
Algunos ejemplos de estas prácticas son cuidar la calidad de las imágenes, que tengan una luz natural, sin márgenes, sin texto superpuesto y sin imágenes de botones que no redirigen al navegador a otro sitio. Cualquiera de estas características podría limitar el potencial de tu campaña.
Ahora que conoces los errores más comunes en las prácticas de las campañas Smart Display de Google, esperamos que saques el mayor provecho de los beneficios que su implementación trae consigo.